Nada de eso; a hombres de tanto,

Nada de eso; a hombres de tanto, de tantísimo talento, se les puede dispensar el desprecio que muestran hacia nuestra humildad. Nada, amigo mío; nada, señor don José: está usted autorizado para todo, para todo, incluso para decirnos que somos poco menos que cafres.

[Total:1    Promedio:3/5]
Pérez Galdós, B. (1876). Doña Perfecta, cap. V. Madrid:Editorial Aguilar

Deja un comentario

  Campo Obligatorio
Puedes utilizar estas etiquetas HTML en el comentario
<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>