En el camino dejé una pierna, un pulmón y un trozo de hígado. Pero debo decir, justo en este momento, que fui feliz con cáncer. Lo recuerdo como una de las mejores épocas de mi vida.

Se te caes siete veces, levántate ocho.

La indispensable representación en el tétrico negocio de morir y matar es particularmente evidente en el caso de los ejércitos. Sus uniformes, banderas, emblemas, desfiles, música, y protocolo y ritual elaborados están diseñados para separar al soldado de su yo de carne y hueso y enmascarar la realidad abrumadora de la vida y la muerte. Hablamos del teatro de la guerra y de las batallas.

En proa, sólo el viento, y un mar gris plomizo, frío y salvaje. Los delfines hacen cabriolas, traviesos, inquietos y juguetones, como niños trapecistas en una carpa invertida.

Sea lo que sea, necesitamos una especie de estrella a la que vincular nuestro rumbo, porque la fuente de la pasión es la determinación, es tener un propósito en la vida.

El caos a menudo engendra Vida, cuando el orden engendra hábito.

Es importante que los estudiantes traigan cierto toque superficial de golfos, cierta desnuda irreverencia a sus estudios; no están aquí para rendir culto al conocimiento sino para ponerlo en tela de juicio.

— Esteban Gaviota, tienes la libertad de ser tú mismo, tu verdadero ser, aquí y ahora, y no hay nada que te lo pueda impedir. Es la Ley de la Gran Gaviota, la Ley que Es.
— ¿Estas diciendo que puedo volar?
— Digo que eres libre.

Un día se presentó a una autoridad de su tiempo un hombre con un martillo en la mano.«Con este instrumento quiero hacer obras de arte —dijo—, obras de arte que todo el mundo vendrá a ver. » Lo pusieron gentilmente en la calle. Era Miguel Angel.

El Círculo es un estado del ser lleno de energía que nos permite conectar con nosotros mismos, los unos con los otros y también con las energías en contínua transformación del universo.

Piensa en tu legado, en la huella que dejas. Piensa por qué te levantas de la cama por la mañana. ¿Y si cada vez que te da miedo hacer algo fuera una oportunidad para crecer más que nunca como persona?

Y para que la obra más grande y poderosa de todas se realice, una sola mente les basta a mil manos.
Fausto

¡Ay! -pensé-. ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «Levántate y anda!»

Si el precio de la paz fuera una disminución de su conciencia y el precio de la quietud una falta de vitalidad y estado de alerta, no valdría la pena tenerlas.

¿Que mejor manera de morir puede tener un hombre que la de enfrentarse a su terrible destino defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?

Citando a Horacio Cocles, héroe mítico romano del siglo VI a. de JC.