En proa, sólo el viento, y un

En proa, sólo el viento, y un mar gris plomizo, frío y salvaje. Los delfines hacen cabriolas, traviesos, inquietos y juguetones, como niños trapecistas en una carpa invertida.

[Total:1    Promedio:1/5]
Ortiz, M. (2011), Cadiz, "El eco de mis pasos", p. 25, (1a ed. 2014), Barcelona: Symbiotics Edits & Iure, S.L., ISBN: 978-84-942378-0-5

Deja un comentario

  Campo Obligatorio
Puedes utilizar estas etiquetas HTML en el comentario
<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>