Ya no creo en la verdades
que se venden, industriales.
Se fabrican a destajo
por cerebros bien pensantes
que entretienen mojigatos
y aburren hasta las piedras.
Nos recuerdan que no somos
más que aquello que nombramos.[Total:1 Promedio:2/5]
Ya no creo en la verdades
que se venden, industriales.
Se fabrican a destajo
por cerebros bien pensantes
que entretienen mojigatos
y aburren hasta las piedras.
Nos recuerdan que no somos
más que aquello que nombramos.[Total:1 Promedio:2/5]