No cojas la cuchara con la mano izquierda.
No pongas los codos en la mesa.
Dobla bien la servilleta.
Eso, para empezar.

Abrid escuelas y se cerrarán cárceles.

La cuestión  es que la mayoría de los sistemas educativos de masas se crearon hace relativamente poco, en los siglos XVIII y XIX, y se diseñaron para responder a los intereses económicos de aquellos tiempos, marcados por la Revolución Industrial  en Europa y Norteamérica.

Se que las aptitudes académicas son muy importantes, pero los sistemas escolares valoran mucho ciertos tipos de análisis y razonamientos críticos, en especial las palabras y los números. Por muy importantes que sean estas aptitudes, la inteligencia humana es mucho más que eso.

…se refería a la posibilidad de quemar libros sin cerillas ni fuego. Porque no hace falta quemar libros si el mundo empieza a llenarse de gente que no lee, que no aprende, que no sabe. Si el baloncesto y el fútbol inundan el mundo a través de la MTV, [no se necesita prender fuego al keroseno o perseguir] al lector. Si la enseñanza primaria se disuelve y desaparece a través de las grietas y de la ventilación de la clase, ¿quién, después de un tiempo, lo sabrá, o a quién le importará?

Es importante que los estudiantes traigan cierto toque superficial de golfos, cierta desnuda irreverencia a sus estudios; no están aquí para rendir culto al conocimiento sino para ponerlo en tela de juicio.

Vamos a invertir primero en educación, segundo en educación, tercero en educación. Un pueblo educado tiene las mejores opciones en la vida y es muy difícil que lo engañen los corruptos y mentirosos

Enseñaras a volar, pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar, pero no soñarán tus sueños.
Enseñarás a cantar, pero no cantarán tu canto.
Enseñaras a pensar, pero no pensarán como tú.
Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida.
Pero sabrás que cada vez que ellos vuelen, sueñen, vivan, canten y piensen…
estará la semilla del camino enseñado y aprendido.

Para sacar el mejor partido de nosotros mismos y, cada uno, de los demás, tenemos que abrazar con urgencia una concepción más rica de las capacidades humanas.