Las nubes estaban aquella tarde más ribeteadas

Las nubes estaban aquella tarde más ribeteadas de rayos que nunca. Alrededor de sus toldos morados había un festón brillante, nacarado, en el que estaban hilvanados los rayos para dar sus visos de tormentosa a la nube.

[Total:0    Promedio:0/5]
Gómez de la Serna, R. (1921), La lluvia morada, "Disparates", p. 12, (edición de 1921), Madrid: Espasa Calpe

Deja un comentario

  Campo Obligatorio
Puedes utilizar estas etiquetas HTML en el comentario
<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>