Lo supremo es no dar órdenes, ¿Pero

Lo supremo es no dar órdenes,
¿Pero quién se da cuenta de ello?
De otro modo, el orden se convierte en arbitrariedad,
la bondad en malignidad,
y la obcecación reina en la vida humana.

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Tse. L. (IV a.C.). Tao Te King, LVIII, p. 155, Barcelona: RBA Libros S.A., ISBN: 84-7901-882-8

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