Se abandonó la idea de que hay

Se abandonó la idea de que hay una magnitud universal, llamada tiempo, que todos los relojes pueden medir. En vez de ello, cada observador tendría su propio tiempo personal. Los tiempos de dos personas coincidirían si ambas estuvieran en reposo la una respecto a la otra, pero no si estuvieran desplazándose la una con relación a la otra.

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Hawking, S. (2001). Breve historia de la Relatividad. El Universo es una cáscara de nuez, p. 9, Barcelona: Planeta / Crítica, ISBN: 84-8432-293-9

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