Su muerte temprana fue a consecuencia de un ataque cerebral, en opinión de los médicos. Pero Gina sabía que no. Y fue la única que se dio cuenta que por las bisagras del ataúd donde estaba el cuerpo de su esposo, se escapan las notas formando un Miserere que cubrió el cementerio. Luego las notas se evaporaron y desaparecieron. Ese cuerpo ya no le pertenecería.