Cada especie emplea una estrategia y utiliza sus sistemas de reparación en función de esa estrategia. A nosotros nos ha correspondido vivir unos cuarenta años. «Por eso es tan fácil vivir cuarenta años, por muchos excesos que cometa uno y por muy mal que viva, y tan difícil llegar a los 80 o los 100 con cierta dignidad».