Madurar es colocar al niño en su

Madurar es colocar al niño en su sitio, dejarlo vivir en nosotros pero no como amo sino como seguidor. Él nos aporta el asombro cotidiano, la pureza de la intención, el juego generador, pero en ningún caso debe convertirse en tirano

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Jodorowsky, A. (2001) La Danza de la Realidad: Psicomagia y Psicochamanismo. Barcelona:Debolsillo. ISBN 9788497936422

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