Y es que, en efecto, la vida «pesa» siempre, porque consiste en un llevarse y soportarse y conducirse a sí misma. Sólo que nada embota como el hábito y de ordinario nos olvidamos de ese peso constanemente que arrastramos y somos; pero cuando una ocasión menos sólita se presenta, volvemos a sentir el gravamen.
[Total:3 Promedio:3/5]